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Contiene un analisis de fenomenos tales como el sobredimensionamiento metropolitano y terciarizacion espuria que son expresion de una malformacion estructural de las economias de la region. El autor sostiene que esa malformacion dificulta la absorcion productiva de la fuerza de trabajo subempleada y desempleada, la que se ve agravada por la crisis actual, el fuerte crecimiento demografico y la exigua capacidad absorbente de la tecnologia moderna
El esquema teórico que les voy a presentar brinda dos tipos de herramientas útiles en este período. Por una parte, permite ubicar esta época en el contexto histórico, brindando una estructura explicativa que convierte la experiencia del pasado en fuente de aprendizaje relevante. Por la otra, brinda criterios para la construcción de visiones viables de futuro y para el diseño de formas efectivas de acción inmediata. Me doy cuenta de lo ambiciosa que es mi oferta y espero poder satisfacerlos en alguna medida. En esencia lo que les voy a proponer es que, aunque parezca lo contrario, estamos ante una ventana de oportunidad para diseñar y construir una sociedad más solidaria. Lo que estamos viviendo actualmente es la transición de un patrón tecnológico a otro en el mundo productivo. Son los períodos de surgimiento de un nuevo e inmenso potencial de generación de riqueza, cuyos verdaderos frutos sólo se dan décadas más tarde, una vez que la sociedad ha logrado “domar” ese potencial, organizándose de modo adecuado para ponerlo al servicio de sus objetivos. Esto significa que el rumbo definitivo y el impacto de cada revolución tecnológica son definidos por las diversas fuerzas sociales en juego. La efectividad con la que cada grupo social y cada país puede influir sobre la forma del futuro depende de hasta dónde comprende -o intuye- el carácter específico de esa revolución y de las opciones que abre.
Estoy entonces planteando algo que muchos de Uds. saben ya, es decir, que nuestras dificultades actuales como país, no son sólo locales, sino también la manifestación específica de un fenómeno de carácter mundial. Ello significa que sus causas fundamentales son generales y afectan a cada país, de una u otra forma, según sus particularidades. Significa también que las soluciones propuestas en distintas partes del sistema sólo serán viables si logran engranar en el rumbo que toma el cambio en el plano mundial. Esta presentación se ubicará en ese contexto general, confiando en que cada uno se servirá de ella para aplicarla en el nivel y al contexto que correspondan a su espacio de acción. Comenzaré esbozando el marco teórico básico, interpretando el presente como la cuarta vez que se vive el largo y difícil período de transición de un paradigma tecnológico a otro. En la segunda parte, me valdré del ejemplo de la transición anterior para ilustrar la relación entre las características de un patrón tecnológico y los modelos políticos viables. Al final, con miras a la construcción de un modelo deseable, los invitaré a acompañarme en una exploración somera de las principales tendencias que genera el nuevo paradigma y del espectro de opciones que abre.
Los colaboradores expertos reunidos aquí abordan el subdesarrollo y la desigualdad desde diferentes perspectivas evolutivas. Se argumenta que los procesos schumpeterianos de "destrucción creativa" pueden tomar la forma de creación de riqueza en una parte del globo y destrucción de riqueza en otra. Los estudios de caso exploran y analizan las políticas exitosas del siglo XIX que permitieron a Alemania y Estados Unidos ponerse al día con el Reino Unido, y estos se contrastan con otros dos estudios de caso que exploran la desindustrialización y la caída de los salarios reales en Perú y Mongolia durante la década de 1990. Los estudios de casos y documentos temáticos juntos exploran, identifican y explican los mecanismos que causan la desigualdad económica. Algunos documentos señalan por qué la forma actual de globalización aumenta la pobreza en muchas naciones del Tercer Mundo.
En este trabajo se propone una estrategia para dinamizar el desarrollo en América Latina aprovechando las oportunidades específicas del contexto actual y las ventajas que ofrece la región. Se analizan brevemente las características de la globalización y los rasgos del paradigma tecnoeconómico de la revolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones (tic), para definir las nuevas posibilidades de mercado, de posicionamiento en redes globales y de opciones tecnológicas. Desde esa perspectiva, se identifican las industrias de procesos basadas en recursos naturales como un espacio complementario con la especialización de Asia en industrias de ensamblaje. Dada la baja tasa de empleo de aquellas industrias, se propone una estrategia dual para promover también la creación de riqueza “desde abajo”, aprovechando la nueva flexibilidad en diversidad tecnológica, transporte y comercio. El propósito es estimular el debate y la experimentación en políticas y señalar direcciones de investigación al respecto.
Este artículo argumenta que los dos episodios de auge y caída del cambio de siglo - la manía y el colapso de Internet de los años noventa y el fácil auge y caída de la liquidez de los años 2000 son dos componentes distintos de un solo fenómeno estructural. Son esencialmente el equivalente a 1929 desarrollado en dos etapas, una centrada en la innovación tecnológica, la otro sobre innovación financiera. Por lo tanto, las frecuentes referencias a ese accidente, a la década de 1930 y para Bretton Woods, no son simples metáforas periodísticas para interpretar la "crisis crediticia" y su solución, sino más bien el reconocimiento intuitivo de una similitud fundamental entre esos eventos y los actuales. El documento sostiene que tales episodios importantes de auge y caída son endógeno a la forma en que la economía de mercado evoluciona y se asimila sucesivamente revoluciones tecnologicas. Discutirá por qué ocurrió en dos burbujas en esta ocasión; eso examina las diferencias y continuidades entre los dos episodios y presenta un interpretación de su naturaleza y consecuencias
El presente trabajo es el esquema general de un conjunto de hipótesis sobre la interrelación entre la difusión de nuevas tecnologías y el crecimiento económico. En él intentamos abordar los mecanismos causales de los períodos de depresión generalizada experimentados por el sistema económico cada cinco o seis décadas, correspondientes a la fase descendente de las ondas largas identificadas estadísticamente por Nikolai Kondratieff1 en los años veinte. Con ello confiamos ofrecer un marco de referencia para responder al reto de Nathan Rosenberg en cuanto a la especificación de "las condiciones que deben ser satisfechas para que la innovación tecnológica pueda generar ondas largas en el crecimiento económico..."2 . Esperamos también abrir nuevas líneas de investigación conducentes a posibles políticas anti-ondas largas.
En este trabajo se pretende contribuir a la reflexión sobre la modernización del aparato productivo de América Latina y sus posibilidades y restricciones en el nuevo entorno de la economía mundial. El objetivo expreso es identificar los obstáculos que se interponen en el camino como consecuencia directa del tipo de política industrializadora que sustentó la construcción de l parque industrial de los países de la región. Como todo diagnóstico, el que aquí se realiza usa lentes selectivos que surgen de las premisas y de l marco conceptual con el que se aborda el análisis. En este período de derrumbamiento de viejas certezas y modelos, de construcción de nuevas concepciones, de modificaciones en los papeles establecidos y de cambio en e l significado de tantas palabras, es importante hacer explícitas las premisas para facilitar la comunicación.
En consecuencia, conviene comenzar con una introducción donde se presenten los postulados básicos. En primer término se señalan las razones para atribuir importancia fundamental allegado de la sustitución de importaciones y más adelante se presentan tres enfoques del cambio actual, entendido éste como un proceso de transición y como el período de construcción de un distinto modelo de desarrollo. Después se presenta la noción de "ventanas de oportunidad" como una característica favorable de este tipo de transiciones para los países rezagados y por último se destacan los objetivos concretos del análisis.
Comenzaré esbozando el marco teórico básico, interpretando el presente como la cuarta vez que se vive el largo y difícil período de transición de un paradigma tecnológico a otro. En la segunda parte, me valdré del ejemplo de la transición anterior para ilustrar la relación entre las características de un patrón tecnológico y los modelos políticos viables. Al final, con miras a la construcción de un modelo deseable, los invitaré a acompañarme en una exploración somera de las principales tendencias que genera el nuevo paradigma y del espectro de opciones que abre.
El mundo está abordando el siglo XXI bajo la tensión de tendencias centrífugas muy poderosas. Las fuerzas que conducen a una creciente exclusión social ponen en entredicho aquella idea, tan difundida hasta la década del setenta y en conexión con el Diálogo Norte-Sur, sobre las posibilidades de progreso continuo y mejora de la calidad de vida tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Desde los años ochenta estamos en presencia de un ilimitado crecimiento de la riqueza en el extremo superior de la escala de ingresos, con estilos de vida increíblemente lujosos y ostentosos, muy difíciles de justificar socialmente, ya que a menudo se ven no como el resultado de una inversión en la generación de riqueza nueva sino como simple manipulación financiera con la riqueza existente. Mientras tanto, aunque el desempleo ha venido bajando en los Estados Unidos en medio de una inflación sostenida de los activos, en muchos países europeos este ha permanecido irreductiblemente alto a lo largo de los noventa, convirtiéndose también en un problema en Japón, país este que mantuvo el pleno empleo incluso cuando el resto del mundo estaba sumido en la “estanflación” de los ochenta. La distribución del ingreso se ha hecho más desigual en muchos de los países desarrollados, deteriorándose de manera brutal en Rusia y Europa del Este después del colapso de la Unión Soviética.
La pobreza crítica ha alcanzado niveles insoportables en la mayor parte de África y América Latina, revirtiendo buena parte de los avances logrados en los años sesenta y setenta. Todo esto sucede en un mundo asombrado ante el poder y el potencial de la tecnología informática y al lado del crecimiento acelerado y explosivo de industrias y empresas relacionadas con la microelectrónica, las computadoras y las telecomunicaciones. Sin embargo, esos éxitos espectaculares de empresas y países conectados con las nuevas industrias o incorporados a la modernización y la globalización, cabalgando la ola de la alta tecnología, aparecen en violento contraste con las prolongadas dificultades que experimentan otras empresas e industrias y otras partes del mundo que, habiendo conocido tiempos mejores, sufren hoy estancamiento o declinación, soportan deudas impagables y padecen un agudo deterioro social y dislocaciones políticas. La cuestión de la sustentabilidad, en términos sociales, pasa así al primer plano. Parece haber llegado el momento de encontrar modos de restablecer la cohesión social.