En este art铆culo se analizan la situaci贸n y perspectivas de Brasil como resultado del proceso de globalizaci贸n. Seg煤n el autor, los mercados s贸lo generan decisiones globalmente coherentes en pa铆ses con un avanzado grado de homogeneidad social. As铆, cuanto mayor sea la heterogeneidad social, mayor ser谩 la necesidad de una pol铆tica nacional de desarrollo. Tal pol铆tica debe articular los conceptos de globalizaci贸n y de rentabilidad social en el plano econ贸mico y pol铆tico. La globalizaci贸n contribuye a desestructurar los sistemas productivos en favor de las empresas que planifican sus inversiones a escala internacional, a concentrar el poder pol铆tico, a ampliar la brecha de productividad y a introducir una desestructuraci贸n cultural.
La rentabilidad social guarda relaci贸n con el ordenamiento de las decisiones econ贸micas en los sistemas pol铆ticos nacionales, y permite considerar los valores de la colectividad en su conjunto. En un pa铆s de dimensi贸n continental y con gran movilidad demogr谩fica, la desintegraci贸n del sistema productivo nacional hace dif铆cil subordinar la orientaci贸n de las inversiones a la racionalidad de las empresas transnacionales. Si la globalizaci贸n es un imperativo tecnol贸gico inevitable, al pa铆s le queda poco margen de maniobra. El autor concluye que en estas circunstancias pa铆ses como Brasil, con grandes recursos naturales y acentuadas disparidades sociales, pueden desintegrarse o bien deslizarse hacia reg铆menes autoritarios de tipo fascista, en respuesta a las crecientes tensiones sociales. Para escapar a esta perspectiva hay que volver a la idea del proyecto nacional, recuperando para el mercado interno el centro din谩mico de la econom铆a. La mayor dificultad est谩 en revertir la concentraci贸n de la renta, lo que s贸lo puede lograrse mediante una gran movilizaci贸n social.